El Tao y el Vacío Creador

"Hay algo sin foma y perfecto
que existía antes de que el universo naciera
Es sereno. Vacío.
Solitario. Inmutable.
Infinito. Eternamente presente.
Es la madre del Universo.
A falta de un nombre mejor...
lo llamo Tao.

Fluye a través de todo,
dentro y fuera de todo,
y al origen de todo retorna.

El Tao es grande
El universo es grande.
La tierra es grande,
El hombre es grande.

El hombre sigue a la tierra.
La tierra sigue al universo.
El universo sigue al Tao.
El Tao se sigue a sí mismo."

Tao-Te-King, cap 25.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Todo está iluminado.


Todo está iluminado.
Tomo el título prestado de la novela de Jonathan Safran Foer, cuya historia tiene y no tiene nada que ver con la historia que voy a contar aquí.
Todo nombre, como la historia que contiene, es ilusorio, esta historia bien se podría haber llamado el turista espiritual, cuando el sufrimiento se convierte en risa, o el infinito por un cacahuete (este es uno de los títulos de uno de los satsangs de Mooji).
Al final he optado por este, no si gran esfuerzo, porque el lo mas acercado a lo que hoy quiero contar. Lo mas aproximado en términos generales (que palabras mas estúpidas...)
En primer lugar quiero agradecer a Soledad la gran lección que hoy me ha dado, cuando de me ha hecho un satsang completamente gratis y desintencionado ante mi vanidad vestida de sabiduría.
También quiero agradecerle la oportunidad de encontrarme con esa oda a la frescura espiritual que es Byron Katie.
Oí hablar por primera vez de ella y del Trabajo por una amiga. Por aquel entonces aun estaba mas reacio de lo que estoy ahora a realizar cualquier tipo de práctica, pereza que puede parecer muy advaita y no dual, pero que en el fondo es uno de mis muchos hábitos condicionados.
Aun hoy, si lo intentara, me perdería sin remedio en la segunda o tercera pregunta del Trabajo. No tengo cualquier tipo de remordimiento por esta causa.
Sin embargo, la B. Katie que me he encontrado aquí, es de lo mas fresco y espontáneo que me he encontrado en el mundo de la espiritualidad.
Mooji posee también esa frescura, y aun mas, esa dulzura incondicionada, pero aliñada con ese fuego que nace de la misma verdad, o quizás también, de yo que se reparto de carismas en la infinita baraja de los avatares.
Pero volvamos a lo nuestro.
Hoy he releído pausadamente la entrevista a B. Katie que publico Soledad hace poco, y he encontrado de nuevo ese quicio que se sale de todo marco. Esta mujer se sale siempre del marco, pero en esta entrevista da unas claves que lo dejan todo claro.
Y la clave no está en la historia del psiquiátrico, de la azotea, ni de la cucaracha, sino un poco mas adelante, cuando nace la nada que siempre ha sido nada, cuando la nada que somos se da cuenta de que siempre ha sido nada, y de que todos somos nada.
La clave está en la certeza, interminable y rotunda certeza de que todo esta iluminado, no solo de que la gente está iluminada y no lo sabe, sino que hace que no lo sabe:
Si se mira este hecho detenidamente no es difícil darse cuenta de que no puede ser de otro modo.
La locura de la Katie me es muy familiar, y por eso también lo es su despertar.
Comparto con ella muchas cosas, el sentimiento de que la muerte era mi única libertad, y de que mi vida era y es , bajo la mirada del ego, una colección de fotografías inconexas y sin el mas mínimo significado. Comparto con ella las manias agorafóbicas, las depresiones, las neuras, los barbitúricos, el insomnio, y el aislamiento inevitable. Lo único que no comparto con ella es el miedo a desaparecer, a estrellarme completamente, como se estrelló en esa azotea.
Quizás sea porque milagrosamente me he librado de que me encierren, y no he tenido la oportunidad de abandonarme completamente y sin remedio a ese miedo fundamental. Quizás sea porque mi karma es otro, y ya está. Que importa...
Sin embargo, dentro o fuera de una institución para enfermos mentales, todos los locos somos básicamente iguales.
Uno puede creer que los únicos que hacen materialismo espiritual son los pijos que se van de vacaciones yóguicas a las sychelles, pero que va... el materialismo espiritual está por todas partes, y pocos se salvan , nadie, salvo los locos que descubren que todo está iluminado.
Lo demás, con practicas o sin ellas, en un ashram o en la ciudad, sigue siendo turismo. Turismo espiritual.
Y es turismo, con todas las letras, y lo será hasta que dejemos que el loco del tarot de nuestra baraja se deshaga de todas las cartas y se entregue a su destino. El destino del loco no es naufragar, sino descubrir que todo está iluminado.
Comprendo a la hello kity cuando dice que preguntaba a la gente por que fingía, por que hacía que no la conocían, que no la amaban.
Lo comprendo porque yo también lo he experimentado en muchos de mis paseos por los parques, muchas veces, solo que yo me he aguantado las ganas, en mor únicamente del que dirán.
Lo único que me he concedido es la licencia de reirme, reirme escandalósamaente y a carcajadas de cada gesto de fingimiento de no saber que lo soy todo, que lo puedo todo, en mi mismo y en los demás. Reirme como la mona chitta, reirme como el bodhichitta y loca sabiduría se rie de todo.
Hay una razón evidente que confirma este hecho. Y es la misma existencia de todo, si algo existe es porque lo es todo, o no es nada. Simplemente.
Luego, también se puede mirar a los ojos de la gente, mirar de verdad, o descubrir la mirada, como dice la Kity, descubrir que la gente lo sabe, lo sabe muy bien, sabe quien es, y siempre lo sabrá. De lo contrario, sería imposible que saliera de ellos ese infinito caudal de energía mantenida incesantemente para preocuparse, o hacer que se preocupan de las cosas mas triviales. En realidad todos somos unos actores del carajo.
Soledad es una actriz del carajo, y yo también. Mi chica es una actriz del carajo, y también lo es mi madre, con la que el personaje de mi niño herido hace un año que no habla. Somos tan buenos actores que hacemos que se nos olvida que somos solo eso, actores interpretando. Y lo somos porque somos la infinidad, la eternidad, de no ser asi, no podríamos hacer nada.
La ultima vez que me di cuenta de que nuestro sufrimiento es inventado fue viendo la segunda parte de la peli Crepúsculo en el ordenador. Luna Nueva creo que se llama. Cuando la heroína estaba de luto, sentada en su cuarto, mirando la ventana, por su esquivo y escurridizo vampiro enamorado, y luego, como cambió el chip hacia el chico lobo musculoso y guapo, lo vi, no solo al personaje, sino a la actriz, vi al ser, a la fuente misma del amor, jugando a necesitar a alguien, y no solo eso, dando su amor a través de esa necesidad inventada. Y esto se amplió a todos, en todos los tiempos y espacios.
Esto es demasiado profundo, y a la vez, demasiado trivial y evidente como para explicarlo.
No os dejeis engañar, ni por el mendigo, ni por el asesino, ni por al maltratador, ni por la maltratada, ni mucho menos por la gripe A (escribo esto mientras alucino con la última campaña publicitaria para asustarnos....cuanta energía gastada para nada, cuanto teatro). Todo es una estupenda mascarada, mascarada que algunos llevan hasta el final, por alguna razón.
No os dejéis engañar. Allí no hay nadie, nunca lo ha habido, ni nunca lo habrá.
Es solo el ser jugando, siempre jugando, siempre.
Si ves este juego lo verás todo transparente.
Todo iluminado.
Y empezarás a reirte sin parar, y también, a amar, a todos y en todo, la lluvia y el sol, el frío y la chicharra, sin importarte nada.
Amor y Humor, eso es lo que somos.
Todo iluminado.
Así que gracias Kity (este es mi nuevo nombre para Byron).
Y gracias Soledad, por tu mascarada.
Y gracias a mi, por la mía también.


Y ahora, la parte practica, sacada como una muela con caries, de mi diario, porque lo prometido es deuda... para no limitarme, para no ser parcial, para no reconocer que esto, la humanidad a la que jugamos, también esta iluminado, cualquier cosa menos eso, por dios.
Hay cosas que solo tienen valía cuando se guardan en la oscuridad, o cuando se ponen bajo tierra, como los cadáveres o las semillas.
También hay cosas que suceden o no suceden, palabras que se dicen o no e dicen , sentimientos que se se viven o te desviven, que solo alcanzan su sentido cuando dan fruto y no antes.
Mi historia personal, la historia de mi locura, es una de estas cosas que si no mueren, no sirven para nada:
(escojo este extracto, por lo corto que es, y parecido a tu experiencia, Soledad, pero podría escoger cualquiera, infinita de ellas, pregúntale a mi chica si quieres, y te dirá con que multitud ha de convivir dia y noche bajo un mismo techo ):


"Solo en casa.
Nada que hacer.
Ningún sitio, físico o mental a donde poder huir.
Acepto el hecho de mi soledad, de mi miedo a vivirme ahora y aquí, sin tener nada que hacer ni pensar.
Sin poder dejar constancia de nada, de negociar y hacer periodismo con mi experiencia antes siquiera de sentir lo que hay dentro de ella.
Antes de bañarme en el corazón de la misma experiencia.
Siento el vacío.
Quiero experimentarlo plenamente, sin juicios, sin huir, sin usar la mente de lanzadera.
La vida es tan magnánima conmigo, lleva cubriéndome las espaldas años y años solo para que me enfrente a este momento, solo para que me gire hacia mi ser, y descubra lo que hay mas allá de la mente y del sufrimiento.
Acepto el envinte, al fin y al cabo, ya no puedo huir.
Muéstrate, tal y como eres.
Estoy aquí.
Muéstrate."


Pero la cosa me sigue sacando la lengua, y me la sacará siempre, hasta que deje de fingir que soy alguien distinto de eso.
Saludos.

5 comentarios:

  1. Gracias, colega. En realidad (tenéis razón la hello kitty y tú), diga lo que diga o haga lo que haga, será comedia, más o menos divina. Ya decía Agustín (el de Hipona) que obrar es pecar, frasecita ésta que muchas veces me ronda cuando hacer y no hacer, decir y no decir, parecen igualmente inapropiados, o más bien inexactos.
    En cuanto a la práctica, coincido (creo) con tus oscilaciones. Mal si practico, y mal si no practico. O bien.
    Sea como fuere, hoy tengo sed de eso que saca la lengua.
    En todo caso, gracias.

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  2. Por cierto, he andado fisgando por youtube a Mooji y, efectivamente, es una delicia.

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  3. Y, sí, la experiencia que describes corresponde a la mía de ayer.

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  4. Hola:

    Llegué hasta aquí por el blog de Soledad, comparto lo que expresás en tu perfil, yo también tengo la certeza de que estoy donde tengo que estar, haciendo lo que hago y que me pasa lo que me tiene que pasar; dicho todo esto con calma y alegría y ....nada más.

    Un abrazo y te invito a mi brindis.

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